Caminar y conocer el territorio es muy importante para los habitantes de nuestra localidad. En esta oportunidad acompañamos a varios líderes ambientales en un recorrido, para identificar los impactos ambientales que rodean el territorio y cómo a través de la educación popular que realizan, se fortalece la educación ambiental en Ciudad Bolívar.
El recorrido realizado por el equipo de proyectos Procedas y la alcaldía Local de Ciudad Bolívar en el marco de presupuesto participativos, busca lograr ante todo un reconcomiendo del territorio y compartir en cada estación la historia de los habitantes de la localidad en relación con el espacio o el territorio.
La mayoría de los habitantes de la localidad han visto en esta montaña una posibilidad de recuperar su identidad, historia y pertenecía de la que algún día fueron despojados. Campesinos, en su gran mayoría desplazados, llegaron a habitar estos ecosistemas subxerofiticos que rodean la localidad, y que, a través de huertas urbanas, reforestaciones y participaciones activas en los parques metropolitanos han construido una apropiación del espacio público y la educación ambiental popular.
Ciudad Bolívar guarda memorias históricas y tradiciones orales en cada uno de sus rincones, lo que llevo al grupo a iniciar su andar por el sector de Sierra Morena, donde se adelantó un proceso de socialización y trabajo comunitario con aportes de los lideres ambientales que acompañaban el ejercicio. Luego la visita fue al parque metropolitano en Altos de la Estancia, un espacio de intervención cultura deportiva y ecológica dentro del ecosistema.
Allí el dialogo verso sobre la recuperación de la quebrada, la necesidad de sembrar árboles propios como el aliso o el arrayán y nuevamente se dio un espacio de memorias y cartografía social para que los participantes contaran la historia del arribo a la localidad, así como las transformaciones que han observado con el transcurrir del tiempo.
Finalmente, la visita fue al Palo del Ahorcado, un lugar memorable para toda la comunidad. Los habitantes del territorio contaron como este lugar era visitado por todos, desde niños, y como las procesiones de semana santa llegaban hasta ahí, como la última parada del viacrucis, teniendo como primera estación, el sector de Candelaria la Nueva.
El palo del ahorcado es un árbol de savia milenario, un abuelo del territorio acompañado por un bosque enano, propio del ecosistema que aún conserva sus particularidades como la pajilla en el suelo y arbustos más grandes de 1,5 mts. Un lugar que aún conserva sus características subxerfiticas, un ecosistema único que solo se da en esta localidad y en Tunja, la capital boyacense.
